Zalacaín, el aventurero
- Myosotis Rowan
- 5 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Estando esperando a mi pareja en la Alameda, conocí a Reyes, una mujer que vende libros de segunda mano entre 1€ y 4€, que son los más caros. Y ya comento: si tenéis libros que no queráis en casa y no sabéis qué hacer con ellos, pues si os pasáis cualquier finde por la Alameda, podéis encontrarla allí y podéis dejárselos para que se gane unos eurillos para tirar p´alante, como solemos decir por el sur. Queriendo contribuir, no sólo le di los dos primeros tomos del infame "Eragon" sino que además le eché un vistazo a lo que tenía y hallé este clásico que compré por tres euros. Nunca había leído nada de Pío Baroja, aunque tenía el gusanillo y una vez terminada la lectura, ya tengo ganas de hacerme con otras obras de este autor vasco. A pesar de que no tienen nada que ver el uno con el otro, no pude evitar hacer comparaciones con mi amado Delibes. Y si os gusta uno, por fuerza os ha de gustar el otro. Y también consiguió meterme el gusanillo en el cuerpo por ir a conocer el País Vasco. A pesar de que la historia de Zalacaín se desarrolla durante la guerra Carlista en el siglo XIX, no pude evitar compararla y muchas veces trastocarla en mi cabeza con la Guerra Civil española más reciente nuestra (y esperemos que última). Una crítica feroz a la barbarie de la guerra que se deja leer fácilmente y que está incluida entre las 100 mejores novelas en español del siglo XX Sinopsis: La obra habla sobre varias de las aventuras y desventuras de un muchacho vasco, Martín Zalacaín, nacido en la villa imaginaria de Urbía o Urbide y criado por un viejo pariente, Tellagorri, un cínico de la taberna de Arcale. Su hermana, Ignacia o «la Iñasi», es pretendida de amores por el señorito Carlos de Ohando, su enemigo y hermano de Catalina de Ohando, a la que Zalacaín ama. Para evitar que Carlos engañe a su hermana Ignacia, Martín la casa con un amigo suyo, Bautista Urbide, ayudante del panadero del pueblo. El matrimonio se irá a vivir a Zaro, un pueblecito vascofrancés, pero luego Bautista acompañará a Martín Zalacaín en muchas de sus correrías.