Casadas, monjas, rameras y brujas, la olvidada historia de la mujer española en el Renacimiento
- Myosotis Rowan
- 6 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Fue en Granada, como diría el poeta, donde compré este libro en una tienda de segunda mano, con lo cual me costó la mitad de lo que me hubiera costado en cuaquier otra librería. Fue verlo y enamorarme a primera vista y saber que tenía que ser mío. Además el autor, el mismo que me encandiló con la vida de Juana "la loca", terminó de derribar las pocas defensas que tenía. Sin duda, un magnífico repaso por la vida de las distintas mujeres del Renacimiento, no sólo de las citadas en el título, sino también de sus distintas tipologías, las esclavas, las brujas, moriscas, conversas y gitanas. Y testimonios atroces de los expósitos. ¿Cómo no hablar de ellos cuando se hace de quienes le dan la vida? Esas mujeres marcadas y valientes que arrostran no sólo el dolor de tener que deshacerse de sus bebés, sino la vergüenza unida a ese dolor con que la estigmatiza la sociedad de entonces... Hablar de la mujer, es, sin duda alguna, hablar de la Historia de la Humanidad. Un agradecimiento especial al autor al no olvidar a Elena de Céspedes, transexual masculino de la época que estuvo no sólo en la Guerra de las Alpujarras, sino que llevó una digna vida como cirujano hasta ser descubierto (que no descubierta, como su naturaleza fíxica indicaba). Un estudio completo, aunque me ha dejado con la intriga de siempre: ¿cómo narices se confeccionaban virgos? De hoy no pasa que intente saberlo Emoticón wink Sinopsis: Hasta hace bien poco, los relatos de historia marginaban por completo a la mujer, como si ese pasado fuera obra exclusiva de los hombres, salvo en aquellos contados casos en que el protagonismo de la mujer era tan notorio que no podía dejarse de lado: tal era el de Isabel la Católica, tal el de Santa Teresa, tal el de la princesa de Éboli. Pero por lo demás, la mujer quedaba en la sombra, como si no hubiera existido. Manuel Fernández Álvarez saca ahora a la mujer española del REnacimiento de ese olvido. Ha querido verla en su vivir cotidiano, en los distintos papeles que le había tocado asumir, lo mismo los más honorables, como el de esposa o el de monja, como en aquellos otros más oscuros y dudosos, bordeando el desprecio social, cuando no al margen de la ley. Así van desfilando en la obra aquellas otras pobres mujeres marginadas, ya por la pobreza, ya por la raza, ya por su profesión: madres solteras, criadas, esclavas, conversas, moriscas y gitanas, e incluso rameras y, por supuesto, las malditas, las más temidas y aborrecidas: las mismas brujas. Esta nueva obra del autor de Juana La Loca es fruto de muchas lecturas y reflexiones sobre libros y documentos de la época, expuestas con su estilo claro y sencillo, pero también con la amenidad que merece el lector y que ya es una norma bien conocida de su buen quehacer literario e historiográfico.