Los santos inocentes
- Myosotis Rowan
- 6 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Leí este libro hace mucho tiempo y al no recordarlo bien, he vuelto a leerlo. Lo que recordaba muy bien era la rabia e impotencia contra los señoritos déspotas y la alegría rabiosa que sentí con el justo y merecido castigo del señorito Iván al final del libro. Sin embargo, no puedo dejar de pensar, que esta impotencia y rabia es aún peor cuanto más que ha sido y desgraciadamente, sigue siendo la realidad. (A día de hoy, ya cada vez menos). Sin querer insultar ni indignar a nadie, debo hacer una declaración. Al final de mi edición viene un pequeño estudio sobre la película de este libro y el director se basó en tierras extremeñas para llevarla a cabo. Y no me extraña. Por desgracia, mi experiencia cuando he pasado tantas y tantas temporadas en tierras de Extremadura, me hace reconocer que es una tierra de señoritos, no muy diferente a Andalucía, que, afortunadamente, poco a poco va cambiando, y donde precisamente la novela de Delibes sería más verosímil. También Andalucía, aunque las cosas han cambiado más deprisa que en nuestra vecina Extremadura, es propicia para este tema. Los cortijos, los señoritos, los trabajadores del campo, la diferencia entre escalas sociales aumentadas aún más por los comportamientos serviles de los últimos y los arrogantes de los primeros... ¿cómo pudimos aguantar tanto? Ahora recuerdo por qué me hice la promesa de no volver a leer más este libro. El mal cuerpo que se te queda tras su lectura no merece la pena. Es un buen libro, sin duda alguna, pero es la crudeza y la realidad de lo que relata lo que lo hace dañino al alma, aunque ayude a que la venda caiga de los ojos. Sinopsis: Un señor feudal puede sentirse dueño de vidas y haciendas, incluso en el siglo XX. Puede abusar de una familia que, ajena a humillaciones y ofensas, aún se sacrifica más para que al "señorito" no le mire nadie por encima del hombro. Puede vejar y extorsionar, exprimir e insultar. Sin embargo, lo que no puede ese señor feudal es impedir que la Providencia, aunque sea mediante intervención humana, tome venganaza- o ahaga justicia- para escarmiento de déspotas soberbios Novela cruda e irónica, de las que se leen de un tirón, con el ánimo agitado, se conviritó en un boom literario merced, en parte, a la magnífica pelíucla que realizó Mario Camus, con Alfredo Landa y Francisco Rabal a la cabeza del reparto. VÍDEO YOUTUBE: HUMILLACIÓN http://www.youtube.com/watch?v=WP58qosKuKw...