La casa de Bernarda Alba

El gran Lorca nos deja con esta obra, quizás la que para mí sea una de las mejores y la que más me ha llegado al alma de todas cuantas he leído de su autoría.

Obra teatral costumbrista, no sólo nos muestra la forma de vivir la muerte en una familia a la antigua usanza, sino también ese ambiente claustrofóbico en el que se mueven sus personajes. Personajes que, por otro lado, lejos de ser de tinta y papel llegan a ser tan reales como los vecinos que viven a nuestro lado. Ambiente claustrofóbico, no sólo por el encierro al que se ven condenadas las hijas y la propia Bernarda para pasar el luto, sino por el miedo al qué dirán, a ese vivir con la gente, a ese encierro también pasional de las tres mujeres que pretenden al Romano y, por el que quizás, ninguna de ellas sienta realmente nada más que un amor autoimpuesto por sentir que el corazón no está muerto, que aún están vivas… Preciosos recuerdos de mi último año en 8º de EGB cuando le dimos vida todas las niñas de mi curso y la culpable de meterme el gusanillo de la representación en el cuerpo. Sinopsis: “La casa de Bernarda Alba” sea quizás la obra del poeta granaíno más realista de cuantas escribió. Todo en Bernarda está basado en hechos reales, excepto la obra en sí misma. La historia es potencialmente real en el contexto en aquella época y los caracteres desarrollados de tal forma que son tan reales como podrían serlo si hubiera vivido en realidad. Y me atrevería a decir que es la obra donde la técnica literaria es más disciplinada, la más trabajada y estudiada, así como la más artística en su originalidad. Su tendencia de hacer de las mujeres el tema central de sus obras se va acentuando de tal forma a lo largo de su vida creativa, hasta llegar al punto de hacer un drama exclusivamente para ellas.