top of page
Buscar

Antonio Pérez

  • Foto del escritor: Myosotis Rowan
    Myosotis Rowan
  • 8 feb 2016
  • 2 Min. de lectura

A pesar de ser una lectura interesante, los detalles son excesivos. Se nota que Marañón no creía en eso de "lo bueno, si breve, dos veces bueno", aunque quizás si no fuera así, posiblemente no lograría introducirnos en la vida del Renacimiento, sus costumbres, su alma, su forma de ver la vida y de pensar.


Con esto quiero decir que, aunque es una lectura recomendada, es también una lectura para tomarse con tranquilidad, sin prisas, pues no sólo está lleno de notas del autor, sino que hay hechos que son importantes conocer aún más a fondo y buscar por otros cauces.


Lo bueno que tiene Marañón es que analiza todo, aparte del estudio que ha realizado, con bastante imparcialidad y esto es algo que me ha impresionado porque muchos historiadores suelen escribir según lo que ellos creen o según sus tendencias.


Sinopsis:


Cuando Gregorio Marañón vivió en París,e ntre 1936 y 1942, proyectó publicar una historia de las emigraciones políticas españolas.


Al estudiar las causas que originaron el destierro de Antonio Pérez, secretario de Felipe II entre 1567 y 1579, quedó tan prendado de las evocaciones y misterios que rodeaban a su figura, que lo que en un principio era un capítulo terminó convirtiéndose en este voluminoso libro.


La trágica partida de ajedrez entre Antonio Pérez y su señor, que duró casi un cuarto de siglo, y en la que jugaron personajes tan conocidos como la princesa de Éboli o Juan de Escobedo, secretario de don Juan de Austria, asesinado en plena calle parece ser qeu por orden de Antonio Pérez, representa el ansia de poder sin escrúpulos.


Pero los que busquen en estas páginas una apología o una diatriba de Felipe II, o un intento de reivindicación o de agravación de la condena histórica que pesa sobre Antonio Pérez, quedarán totalmente defraudados. Como decía el propio Marañón, "cuando se les estudia con un criterio humano, ni el gran Rey aparece nimbado de santidad, como quieren sus defensores, ni su ministro como dechado de malicias. Los dos eran hombres, uno inmensamente mejor que el otro, pero ambos hechos, como todos sus semejantes, de una mezcla de bien y de mal, cuya proporción y cuyas posibilidades de reaccionar ante la vida sólo conoce la divina sapiencia".


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© Copyright 2023 My Site Name. All rights reserved.

  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
  • RSS Classic
bottom of page