Cuentos al amor de la lumbre

Volúmen de cuentos maravillosos, todo raído de tanto leerlos.

Siendo una niña mis padres me regalaron el primer volumen de estos "Cuentos al amor de la lumbre" que tienen un lugar muy importante en mi corazón que nadie entenderá a no ser que recuerde a su madre leyendo uno cada noche antes de ir a dormir.

Estos cuentos me enseñaron de pequeña que tenemos recopiladores de ellos en nuestra propia tierra al más puro estilo de los hermanos Grimm y que no están tan reconocidos. Me hizo comprender España es también una tierra rica en cuanto a ogros, princesas, príncipes encantados y duendes.

Y por último, ya en una etapa mucho más adulta de mi vida, me hizo entender que los cuentos no son machistas, sino que reflejan una época y una cultura del tiempo en que fueron inventados.

Y las reflexiones no acaban ahí, puesto que cuando cuento la temática de estos cuentos, donde muchas veces se refleja el aire sexual en todas sus facetas, la gente se lleva las manos a la cabeza y me pregunta, asustada, cómo era posible que mis padres me leyeran eso. Y entonces me doy cuenta, soy plenamente consciente, del error en que la sociedad está cayendo con la sobreprotección del menor en asuntos tan naturales como la sexualidad (homosexualidad, bisexualidad, heterosexualidad) y el desnudo del cuerpo humano.

Sinopsis:

Este volumen de cuentos populares españoles consituirá una sorpresa para muchos lectores, que siempre han creído que los pulgarcitos, las cenicientas, los barbazules y las bellas (o bellos) durmientes pertenecían exclusivamente a Francia. Ráfagas de humor y realismo recorren nuestros cuentos, esa forma de arte mítico-popular, que- dice Clarín- "ha rebotado, por decirlo así, de literatura en literatura, que en España ha tenido tan importancia por haber sido nuestras letras uno de lso puentes por donde se comunicaron Oriente y Occidente, y ha vivido con más eficacia e influencia en el corazón y en la fantasía de los pueblos que los poemas épicos, las odas y los dramas más célebres".