El deleitoso
- Myosotis Rowan
- 9 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Risas o sonrisas aseguradas con estos pequeños pasos del gran Lope de Rueda.
Toda una bocanada de aire fresco a ese teatro del siglo XVI, donde lo que priman son los enredos amorosos y los finales felices apresurados. Leer "El deleitoso", sin embargo, y tal como su nombre indica, es un placer por leer algo del mismo tiempo y totalmente innovador en cuanto al contexto se refiere. Así como conocer la forma de escribir, de hablar y nuevos vocablos de aquella época. Sinopsis: Nació ¿1505? en Sevilla y murió ¿1565? en Córdoba. De familia artesana, tuvo el oficio de batidor de oro. Cervantes dijo de él que "fue varón insigne en la representación y el entendimiento", "admirable en la poesía pastoril". Rueda tuvo una Compañía teatral, de la que fue director y actor y con la que recorrió incontables lugares de España, representando sus obras y las ajenas sobre tablados levantados en las plazas. Actuó en las catedrales de Sevilla y Toledo durante las fiestas del Corpus. Se casó dos veces. Y fue enterrado en la catedral de Córdoba. Sus obras fueron publicadas (1567) por Timoneda. Su enorme mérito escénico fue está en haber cultivado un teatro costumbrista de enorme realismo y gracia popular, desligado de toda corriente no española, si exceptuamos algunas de sus comedias que delatan parentesco italiano: "Eufemia", "Armelina", "Medora", "Los engañados"... Pero su gloria la constituyen sus Pasos: "El convidado", "La carátula", "Las aceitunas", "La tierra de Jauja", "El rufián cobarde", "Cornudo y contento", "Pagar y no pagar", "La generosa paliza", "Los lacayos ladrones". Escribió en verso "El diálogo sobre la Invención de las Calzas" y los coloquios pastoriles "Camila", "Tymbrio" y "Prendas de amor".