Tiempos de clausura
- Myosotis Rowan
- 15 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Encontré este libro sobre un banco. ¿Abandonado? Pues sí, y en el más estricto sentido de la palabra. Como un perrillo. Lo recogí con mi mejor intención y me lo llevé a casa. Le realicé el ritual que hago con todos los libros: toquetearlo, olerlo, volver a toquetearlo. Y con todo el cariño del mundo, lo coloqué entre mis libros que aún están por leer. He dejado que vaya pasando el tiempo, saboreando el momento de cogerlo, y por fin hoy llegó el gran día. Y tal como llegó el gran día, ha pasado. Normal que lo abandonaran, ¿cómo no podía ser de otra manera? A la cuarta "plazita", me he mosqueado. Al segundo o tercer pronombre personal "él" sin tilde, me he quedado estupefacta. En la página 58 ya la redacción se hacía imposible. A la primera frase de inglés... "tío, me he dicho, si no sabes inglés, ¿"pa" qué te metes?". Un desastre. No sé si la culpa es de la editorial o si es del escritor-periodista. Quiero creer, porque entonces la poquita fe que tengo en la educación española va a terminar por irse por el retrete, que este periodista y escritor, premiado en no sé cuántos eventos, según curriculum de solapa, envió el manuscrito sin corregir y la editorial ni siquiera se ha molestado en revisarlo. Pero también me hace pensar qué persona manda un manuscrito con semejante ortografía y y gramática. Y lo que es aún peor y consigue que me reafirme en mis opiniones sobre editoriales: ¿qué clase de editorial publica semejante manuscrito indolente? Ya el que yo esperara algo más histórico que simples leyendas, queda relegado a un segundo plano. Simplemente no puedo leer un libro con semejantes barbaridades y que encima afirme que Colón llegó a la Cartuja a pedir auxilio a los monjes porque "estaba seguro que más allá del océano se encontraban nuevas tierras", cuando es del dominio público que lo que Colón buscaba eran nuevas rutas de comercio, hacia el Cipango, ni más ni menos. En fin, que hasta la página 58 he llegado y en mi librería quedará olvidado. Sinopsis: Tiempos de Clausura, historias y leyendas de los cartujos en Andalucía, trata de recoger la tradición de los "Fabliaux", cuentos franceses medievales del siglo XIII, de carácter popular y profano. También Boccaccio en "El Decamerón", reproduce escenas de la vida cotidiana del hombre de la Baja Edad Media, cuyos protagonistas son nobles, pillos frailes y aventureros. Más tarde el Romanticismo en el siglo XIX rescatará la pasión por el medievalismo, las catedrales góticas y las tradiciones y costumbres de la literatura popular. Nos hemos basado en la historia y en las leyendas que excitan a la imaginación popular para recrear desde la Baja Edad Media hasta nuestro tiempo, sucesos, hechos misteriosos y costumbres de la vida cotidiana que acontecieron en torno y dentro de la Cartuja de Sevilla, enmarcándolos en la historia y en la sociedad de su tiempo. El poder, la envidia, la intriga, el odio hasta llegar al asesinato, pero también la oración, la generosidad y el amor, las pasiones humanas en definitiva, tensan a veces la cuerda de la vida en el cenobio y el espíritu se fragmenta, evidenciando que la perfección como la utopía son difíciles de alcanzar por lso hombres, aunque no imposible.