Ninguno de los libros de este mundo te aportará la felicidad, pero secretamente te devuelven a ti mismo. Hermann Hesse
Buscar
Krabat y el molino del diablo
Myosotis Rowan
23 feb 2016
2 Min. de lectura
Cuál no ha sido mi sorpresa, cuando esta mañana me he levantado con la noticia de que esta hermosa obra alemana, que hizo mis delicias en mi infancia, va a ser llevada al cine. Recuerdo que cuando leí por primera vez ese libro, me sobrecogió. Pasaba las noches leyendo, sabiendo que tenía que ser leído en la oscuridad, nunca con la luz del día, y me estremecía con cada aventura que vivía Krabat, con su miedo, con el miedo de todos los chicos que habitaban en el molino del diablo.
Puedo recordar que vivía las canciones navideñas cantadas por los caminos llenos de nieve, con el viejo molino recortado, negro, contra el terciopelo azulado de la caída de la tarde. Podía oír esas voces cristalinas. Un poco de claridad contra la obscuridad profunda del molino del diablo.
Sólo espero que la película no destruya esa ensoñación y que los posibles detractores de la obra, que será, sin duda, mucho más conocida ahora, no la comparen con Harry Potter, pues, sin desmerecer esta última, lo cierto es que Krabat nació mucho antes que el joven mago de Rowling.
A día de hoy, 2015, ya habiendo visto el bodrio de película que se hizo, casi espero que si no conocéis esta obra, al menos la leáis antes que ver el esperpento de film que hicieron.
Sinopsis:
No es fácil, siendo un chico de catorce años, huérfano y sin recursos, buscarse la vida mendigando de pueblo en pueblo, sobre todo si se vive en plena Edad Media, como Krabat. Como los designios del destino son inexplicables, cuando una extraña voz se le presenta en sueños instándolo para que acuda a cierto lugar, Krabat decide obedecer, ya que no tiene mucho que perder. El lugar resulta ser un viejo molino y quien lo invocaba en sueños, un molinero tuerto y despótico que lo adopta como aprendiz, al igual que a otros once muchachos que siguen sus directrices. Allí se trabaja duro, pero también se come decentemente y se tiene un techo para pasar las largas noches de invierno. Pero el maestro resulta ser algo más que un simple molinero: está dotado de enormes poderes e inicia a Krabat en el arte de la magia negra. Todos los seres demoníacos exigen un alto precio por lo que ofrecen: el alma, la libertad e incluso la vida... ¿Cómo luchar contra lo sobrenatural? ¿Con qué arma defenderse de alguien que controla tu pensamiento, tu voluntad e incluso tus sueños? Atrapado en esa infernal pesadilla, Krabat, ya convertido en un joven mago, no se resigna a acabar como sus compañeros, se resiste con todas sus fuerzas e intenta burlar el maléfico control mental del diabólico maestro. Existe un libro sagrado prohibido para los aprendices, que incluye una cláusula, una ínfima oportunidad de salvarse, aunque, hasta el momento, nadie, nunca, ha conseguido beneficiarse de ella. Una historia extraordinaria, con altas cotas de fantasía, donde lo mágico, con sus misterios incomprensibles, se relata con el más vivo realismo, haciendo que el joven mago Krabat se instale para siempre en nuestro corazón.