Mujeres de Troya
- Myosotis Rowan
- 24 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Compré el libro sin darme cuenta que era la novela donde se basó la película Troya, que por cierto no me gustó porque creo que se hizo para único y exclusivo lucimiento del actor Brad Pitt, del que no soy una gran fan precisamente. Lo cierto es que el libro está mucho mejor que la película. Es una epopeya escrita por, para y sobre mujeres. Mujeres valientes, sabias, vengativas, traidoras, ñoñas, áridas... mujeres con mucha fuerza en su interior. Aunque puede llegar un momento en que el libro puede resultar un pelín pesado (recordemos que la batalla troyana duró diez años y que incluso la Eneida es bastante árida en este aspecto), sin duda es un placer leerlo y encontrarse con un personaje que, personalmente, me ha fascinado desde siempre: Casandra, la vidente cuya maldición consistía en no ser creída. Por otro lado está ese Ulises, héroe en la Odisea, y, sin embargo, villano sin escrúpulos y tan retorcido como para ganar una guerra interminable, al que desde pequeña reconocí como héroe para darme cuenta en mi madurez que no es precisamente del agrado de muchos autores. En fin, que el lector saque sus propias conclusiones. Sinopsis: Cuando los griegos se retiran y dejan frente a las puertas de Troya un gigantesco caballo de madera, es Kasandra, la hija del rey troyano Priamo, la única que presiente los oscuros sucesos que amenazan su tierra. Aún cuando se enamora de Agamemnon, enemigo de Priamo, en un banquete de tregua en el castillo de su padre, reconoce su naturaleza artera e insidiosa. De hecho, cuando Kasandra intenta advertir a todos de sus visiones, se encuentra ante la incredulidad de su padre y familiares, pues a pesar del asedio griego, Priamo se encuentra bajo el influjo de la hermosa Kissia, regalo de tregua de los griegos al rey de Troya. Kasandra sospecha que Kissia es una espía y Kissia, a su vez, puede llegar a ser una cautiva muy peligrosa.