Primer amor
- Myosotis Rowan
- 3 may 2016
- 1 Min. de lectura

Con una prosa lírica, Turguénev nos habla, de esa forma sutil y etérea, impalpable casi, todo corazón y alma, del primer amor de la infancia que todos hemos sentido y que guardamos en nuestro interior como un tesoro maravilloso, tan frágil que volver a abrir ese cofre equivaldría a destruirlo. Nos habla con ese fervor que guardamos en lo más íntimo de nosotros, sin querer compartir una experiencia que es nuestra y que, de otra manera, quedaría manchada, expuesta a las críticas y a los juicios de otras mentes ajenas. El lector no podrá dejar de sentirse identificado y de emocionarse al recordar sus propias vivencias junto al protagonista de la historia, de aquel verano ya lejano, o de aquel campamento de primavera, o de aquella vez, aquel otoño lluvioso que fue a visitar a unos parientes lejanos y allí encontró aquel ser etéreo, tangible e inalcanzable a la vez. Sinopsis: Al ver a Zenaida, los dieciséis años de Voldemar se inflaman en un amor súbito y apasionado. Pero este primer amor se verá dolorosamente truncado por un acontecimiento insospechado. No se sabe qué admirar más en la novela: si el aspecto psicológico o el carácter de la protagonista. "De todos mis tipos femieninos- decía Turguenev- el que más me satisface es Zenaida. Pude mostrar en él una persona realmente viva, coqueta por naturaleza, pero una coqueta atractiva". Esta mujer apasionada, de recia personalidad, preanuncia otro tipo imborrable de la literatura universal: la Ana Karenina de Tolstoi.