Sweeney Todd o el cordón de perlas
- Myosotis Rowan
- 3 may 2016
- 2 Min. de lectura

Debo reconocer que antes que el libro, fue la película, es decir, según el orden en el que se me dio a conocer esta historia.
Sin embargo, Sweeney Todd o el cordón de perlas fue escrito hace siglos. Muchas fuentes son las que lo endosan a un cuento de origen judío, aunque lo cierto es que no se sabe de quién es la autoría, ni siquiera si está basado en hechos reales. Sweeney Todd se puede tomar por el arquetipo de la novela gótica con todas sus letras: misterios insondables y, al parecer, sin solución, escenarios lúgubres y angustiantes, damiselas en apuros, villanos imposibles... Aunque debo admitir que al libro le sobran un par de capítulos con historias que no tienen trascendencia alguna en el argumento ni consecuencias sobre los personajes, y que hay otras figuras secundarias de las que se espera que se conozca más su historia y que sin embargo desaparecen como si no se las hubiera nombrado jamás, también es cierto que está escrito con gran maestría y que consigue que el lector mantenga el interés hasta el último capítulo, pues no es hasta las últimas veinte páginas donde se descubre el lúgubre secreto que encierra la barbería del barbero diabólico de Fleet Street. Sinopsis: Una agitada Johanna Oakley deambula por las calles de Londres en busca de noticias de su desaparecido prometido, Mark Ingestrie. Johanna entabla amistad con el Coronel Jeffrey, que está bucando, a su vez, a su amigo desaparecido Thornhill, visto por última vez en la barbería de Sweeney Todd, en Fleet Street. Por su parte, el aprendiz de Todd, Tobias Ragg, intenta escapar desesperadamente de su terrorífico y sádico maestro; mientras que el propio barbero trata desesperadamente de vender un cordón de perlas. Entretanto, justo al volver la esquina de Bell Yard, el enigmático Jarvis Williams ha encontrado un trabajo maravilloso: hacer las más deliciosas empanadillas de Londres con la receta secreta de Mrs Lovett... El cordón de perlas, el cuento original de Sweeney Todd, un clásico de la literatura de terror británica, fue publicada por primera vez en una columna semanal en 1846-47 por Edward Lloyd, el Rey del Terror de un Penique (literatura de terror inventada para los niños, que por aquella época pedían sangre y gore), aunque se sospecha que la idea fue sacada de un relato anterior, con lo cual se le niega la autoría. Uno de los primeros pasos detectivescos en los uqe se fundaron relatos del tipo de Drácula, de Bram Stoker. Tras 157 años de oscuridad (pues fue prohibida su venta y se persiguieros todas las ediciones), aparece por vez primera en forma de libro.