Lenin, Stalin y Hitler, la era de la catástrofe social
- Myosotis Rowan
- 5 may 2016
- 3 Min. de lectura

Cuando abrimos un libro como el que hoy presento, se tiene la sensación de entrar en un mundo oscuro, como de ciencia ficción. Los hechos que leemos en él nos sobrecogen, nos dejan sin palabras, nos aterran más que cualquier película fantástica de terror, quizás por el hecho de haber sido realidad.
Los detalles escabrosos abundan y llegan a tal extremo que a veces hay que parar la lectura para retomarla cuando nos hayamos repuesto de tanto horror y nos armemos de valor para continuar. Lo bueno del libro de Gellately es que no ahonda en hechos macabros. Sin duda, los hay, tiene que haberlos porque es la Historia y hay que entender y denunciar tales hechos, pero no es el tema central. El meollo del libro, que es precisamente por lo que lo elegí entre otros, es que ahonda en los hechos que llevaron a aquella locura, el por qué de las situaciones, la forma de pensar de sus principales protagonistas, si realmente seguían en su vida privada los patrones que querían imponer y el desarrollo de la guerra, las oportunidades que se dejaron pasar para evitar todo este horror y las que, afortunadamente, también se dejaron pasar y que provocaron que las cosas no fueran a más, aunque luego las secuelas duraran incluso hasta nuestros días. Me extrañó, como supongo que extrañará a muchos, que mezclaran el nombre de Lenin con el de Stalin y el de Hitler, cuando al primero se le tiene en tan alta estima, pero cuando se lee la obra, uno se da cuenta que si no hubiera habido un Lenin, seguramente no hubiera habido un Stalin (su mano derecha) y que hasta Lenin cometió actos horribles que luego se vieron empañados y hasta minimizados por la barbarie que impuso Stalin. También me gusta, precisamente, el que el autor haya dejado de centrarse en la figura de Hitler exclusivamente, del que ya conocemos sus actos aberrantes, para darnos a conocer la barbarie del bando comunista bajo las órdenes de Stalin, quizás hechos mucho menos conocidos para los profanos en historia. Y me ha impresionado su valentía no sólo al acusar de actos horribles a Lenin, quitándole esa aura de santo, sino también al ahondar en las ideologías de Stalin y Hitler de una manera tan ecuánime, sin temor a decir que, mientras Stalin simplemente quería lo que no pudo tener convirtiéndose en un nuevo zar aunque bajo otro nombre, Hitler hacía lo que hacía convencido de ello y siendo consecuente con sus ideales trasnochados. La parte negativa la destaco en el hecho de que el autor deja entrever, demasiado para mi gusto, su opinión personal (cosa que es muy complicado no hacer tratándose de obras como la presente) y el baile de fechas, en el sentido de que la narrativa va hacia atrás y hacia adelante llegando a confundir un poco al lector. Aún así, hay más jugo que sacarle que críticas negativas, por lo tanto, libro recomendado. Sinopsis: Entre 1914 y 1945 la sociedad Europea estuvo inmersa en una continua confusión con dos largas Guerras Mundiales, la Revolución Rusa, el Holocausto y el alzamiento y caída del Tercer Reich. En su extraordinaria, ambiciosa y poderosa narrativa, el historiador Robert Gellately argumenta cómo estas tragedias están todas inextricablemente conectadas y que considerarlas como casos aislados es confundir su génesis y su caracter. Gellately deja claro cómo estudios previos que han comparado a las dictaduras soviética y nazi han sido incompletos y erróneos al haber tratado de disociar a Lenin de todo este drama y, en su rechazo al mito del “buen” Lenin, crea un innovador relato de las tres dictaduras. El resultado es un monumental trabajo histórico.