El caballo de oro
- Myosotis Rowan
- 15 may 2016
- 2 Min. de lectura

Nada más ver los dos regalos de Navidad del año pasado, no pude evitar pensar que serían los típicos libros que mi antiguo profesor Manolo Cordobés nos hubiera mandado en sus asignaturas. A pesar de empezarlo con desgana, sus páginas fueron apoderándose de mí hasta el punto que no he podido dejar de leer y, sobre todo, de aprender. Increíble la historia, ejemplo de estudio e investigación donde las haya, contada por Juan David Morgan. No sólo el lector se ilustra sobre cómo fueron las obras del ferrocarril en Panamá, los contratiempos a los que se tuvo que enfrentar la empresa Howland&Aspinwall y el poder del hombre sobre la naturaleza (algo que me duele), sino el mal, mucho peor que la fiebre del pantano, la malaria o el cólera, que azotó a toda América y más allá: la fiebre del oro. El libro nos sumerge en esos tiempos revueltos, donde la gente abandonaba todo lo que poseía (mucho o poco) para ir tras una quimera de montañas y ríos de oro en California y cómo afectaban a los pasos fronterizos semejante cantidad de inmigración descontrolada. Si bien la lectura podría parecer ardua, lo cierto es que al ser novelada y contar gran parte de la historia en forma de diarios, todo se hace mucho más ameno y hay pasajes donde el lector ansiaría estar en esas selvas impenetrables con animales y plantas tan magníficos como los que se describen. Estos son los buenos regalos, aquellos que llegan a tus manos de forma imprevista y, que de otro modo, jamás habrías adquirido por tu cuenta. Sinopsis: En 1847 se iniciaron los preparativos para la construcción de una línea férrea en el istmo de Panamá, uqe no concluyó hasta enero de 1855 tras una larga lista de adversidades. El proyecto superó todas las previsiones, tanto en el ámbito material y logístico como en la vertiente más humana y moral. Surgieron barreras orográficas, inconvenientes climatológicos, enfermedades incurables, competidores desleales, iniciativas hostiles a manos de empresarios sin escrúpulos, temibles forajidos que sembraron el pánico en la zona... Una serie de innumerables contratiempos que no sólo retrasaron el término de la obra y dispararon el presupuesto inicial, sino que elevaron a la categoría de drama el sacrificio de aquellas personas seducidas por el atractivo sueño de prosperidad. Ésta es la historia de un hito que aconteció en plena fiebre del oro californiana.
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