La Celestina
- Myosotis Rowan
- 16 may 2016
- 3 Min. de lectura

La humanidad cambia y, con ella, cambian las formas de vida, los usos y las costumbres, el mundo y la mentalidad colectiva e individual. Y eso esprecisamente todo lo que he sacado en claro de este libro. Hace siglos ya que lo leí, siendo una adolescente, quizás tuviera diecisiete años o así y, sin embargo, no recuerdo haberlo apreciado en su justa medida como lo he hecho esta segunda vez que lo he leído. Y, posiblemente, si lo vuelvo a leer dentro de otros tantos años, aún vuelva a cambiar mi percepción. Si bien cuando era más joven tomaba al personaje de la Celestina como un personaje demoníaco, hoy, sin embargo, no le veo la maldad que le vi entonces. Ahora veo una mujer sola, que, por circunstancias de la vida y sus propias decisiones (no expuestas en la obra, por supuesto), ha llegado donde está: cosedora de virgos, medianera en lances amorosos y madama, aunque una madama bien benévola, ya que en la obra da cobijo a aquéllas que han decidido o se han visto obligadas a tomar como camino la vía de la prostitución. Sin embargo, en nada veo esa maldad de que el autor ha querido cargarla, ni esa maldad que vi cuando era más joven. Más bien al contrario: una mujer sola en un mundo donde la mujer no valía más que como moneda de cambio, que tiene que ganarse la vida como bien puede a una edad ya más que avanzada y que, finalmente, es pisoteado por los machos dominantes. En cuanto a Calixto y Melibea, también ha cambiado mi percepción. En primer lugar siempre los vi como la pareja protagonista, aunque en realidad la protagonista, como el nombre del libro bien dice, es Celestina. Por otro lado Calixto me parece el galán literario más pesado, más intenso y menos atractivo que he visto nunca, por no hablar de su actitud egoísta y pasota con respecto a Parmeno y Sempronio. Cansino hasta la saciedad, no hace más que hablar sin decir nada. Y, por último, también esta vez me ha dado que pensar en cómo cambian los tiempos. Si pudieramos trasplantar a Celestina a esta época, la pobre mujer estaría fuera de contexto, sería una paria (o quizás se ganaría la vida de otra forma absolutamente original e inesperada), pero como cosedora de virgos, lo tendría crudo con el cambio que han dado los tiempos en la liberación de la mujer (afortunadamente). Una obra para leer en distintas etapas de la vida, genial, única, maravillosa. A título personal: ME ENCANTA la casa de Celestina con sus hierbas colgando y ese aire de bruja que ella misma se otorga. Una maravilla tan sólo por el personaje principal. Sinopsis: Calixto fue de noble linaje, de claro ingenio, de gentil disposición, de linda crianza, dotado de muchas gracias, de estado mediano. Fue preso en el amor de Melibea, mujer moza, muy generosa, de alta y serenísima sangre, sublimada en próspero estado, una sola heredera a su padre Pleberio, y de su madre Alisa, muy amada. Por solicitud del pungido Calixto, vencido el casto propósito de ella (interviniendo Celestina, mala y astuta mujer, con dos sirvientes del vencido Calixto, engañados y por esta tornados desleales, presa su fidelidad con anzuelo de codicia y de deleite), vinieron los amantes y los que los ministraron en amargo y desastrado fin. Para comienzo de lo cual dispuso la adversa fortuna lugar oportuno, donde a la presencia de Calixto se presentó la deseada Melibea.