Juntos, nada más
Me es muy difícil comenzar esa crítica, así que iré en primer lugar a dar la primera opinión que se me viene a la cabeza y que me ha acompañado durante toda la lectura: no es para leer en una época de bajón anímico, porque te destroza. "Juntos, nada más" es la historia de la vida. No pasa nada y pasa todo. Es la historia de lo que nos puede tocar vivir a cada uno de nosotros o a alguien que tenemos cerca. Y quizás duele porque hay personas, y también podemos ser cada uno de nosotros, que no encuentra nunca a ese ángel de la guarda encarnado en Philibert. Debo reconocer que he pasado por varios momentos de lectura donde he estado a punto de abandonarla, no sólo porque para mí no es el mejor momento de leerlo, sino porque ha llegado a interesarme sólo por momentos. Y ése es el gran engaño de la novela. Esta historia es como esas personas que a veces se cruzan en nuestra vida y no nos damos cuenta de lo profundo que han calado en nosotros hasta que no estamos a punto de perderlas o las perdemos definitivamente. Llegando a los últimos capítulos, te das cuenta de que Philibert, Camille, Franck y Paulette se te han metido dentro del corazón. Una lectura para disfrutar en pleno invierno u otoño, para verano es un poco pesada y para hacerlo en un estado de ánimo neutro o positivo. Sea como sea, merece la pena ser leído. Sinopsis: "Y, entonces, ¿qué quiere decir diferentes? Tu historia de toallas y paños de cocina es una mierda... lo que impide a la gente vivir juntas es su propia gilipollez, no sus diferencias..." Camille dibuja. Dibuja todo el tiempo mientras hace la limpieza por la noche. Philibert, aristócrata de vieja cepa, ha acogido a Franck, cocinero, cuya existencia gira en torno a las mujeres, a su moto y a Paulette, su abuela. Paulette vive sola, se cae a menudo y esconde sus moratones, aterrada ante la idea de morir lejos de su jardín. Estos cuatro jamás se habrían encontrado por sí solos. Y por eso el destino se va a encargar de darles un pequeño empujoncito. Su historia es la teoría del dominó, pero al revés. En lugar de derribarse, se ayudarán unos a otros a levantarse de nuevo.
