El prisionero de Sevilla Este
- Myosotis Rowan
- 1 dic 2016
- 1 Min. de lectura

Leer a este hombre en público, es ponerte en un compromiso siempre, porque sueltas la risotada y la gente te mira como diciendo: "Ya está aquí la loca del tren", pero merece la pena si comienzas una mañana de trabajo con una risotada. Quizás de la trilogía, el último sea el más flojito, más orientado a chistes y, por lo tanto, con unos diálogos más forzados. También es el más nostálgico, porque habla de cosas que ya no existen. Por ejemplo, me ha entrado mucha pena cuando ha hablado de la librería Beta en el antiguo teatro de la calle Sierpes, que ya ha cerrado y que era espectacular entrar allí y sentarse un rato. A los sevillanos que estuvieron en la Expo '92 también les llenará de nostalgia ciertos pasajes, como en los dos libros anteriores. Pero, sobre todo, son novelas para reír y olvidar un poco las penas. Sinopsis: En las catacumbas del Palacio de Congresos la secta Serva La Bari guarda su arma definitiva. Con cada golpe que asesta da la sensación de que nadie podrá pararla. Sus planes para crear un microclima sevillano cuentan con un arma gigantesca de la que nadie puede sospechar, pero que deja a sus víctimas hechas picadillo y en medio de un fuerte olor a serranito. Jiménez y Villanueva saben que hay una cuenta atrás, y si antes se enfrentaban a regañás y a polodús, ahora la amenaza es doble y... ¿definitiva? El desenlace de la trilogía de @RANCIOSEVILLANO.