Fernando VII

Aunque al principio no me hizo mucha gracia porque comenzaba con habladurías de enredos de cama entre Godoy y María Luisa de Parma, luego se va volviendo más interesante porque empieza a narrar cómo ciertas anécdotas derivan en la trama histórica principal, que constituyen la personalidad del futuro rey y el descontento español. Muy bien ambientado y bastante imparcial (el autor intenta dar una de cal y otra de arena al monarca aunque sea difícil), también nos da pinceladas del verdadero carácter de Fernando en extractos de cartas dirigida por el rey a sus esposas, a su hermano Carlos y los decretos firmados por su propia mano, donde se puede observar la doblez de este personaje. Así mismo, pasa por los distintos alzamientos a los que tuvo que enfrentarse durante su reinado y da pinceladas de la sociedad de la época, aunque para hacerse mejor una idea, lo ideal es compaginar esta lectura con otro estudio del mismo autor: "La Españas de Goya", que es el que me dispongo a leer a continuación. Sinopsis: La figura de Fernando VII es una de las más populares de la historia española hasta el punto- creo que es el único monarca que lo ha conseguido- de llegar al refranero: "Cuando Fernando VII usaba paletó" o "Así se las ponían aFernando VII". En el recuerdo general es un personaje cargado de tintes sombríos, un tirano que oprimió a la España del primer tercio del siglo XIX en nombre del oscurantismo y del fanatismo. En este libro no se intenta la imposible tarea de cambiar esa imagen en un principio totalmente verídica, pero sí de matizarla, tanto desde el punto de vista personal- como desde el cultural: el Museo del Prado por ejemplo; un regalo que honra a un monarca. La verdad es que la suya fue una vida azarosa y aventurada. Crecido bajo el complejo de Godoy, víctima (una vez más) de un Napoleón dueño de Europa, desarrolló en la desgracia un resentimiento y una malicia que le haría convertirse en el peor de los enemigos que un español pudiera tener. Muchos de los que le adoraron por sus penas fueron luego las víctimas de su poder. Y la mayor ironía del destino estaba en que aquel hombre famoso por su cerrazón tradicional, aquel "derechista" total, acabó enfrentándose contra los partidos de su hermano Carlos que le veían comprometido con las fuerzas malignas de los liberales e iniciaron la primera de nuestras guerras civiles modernas para desposeer del trono a su hija Isabel II. Es una figura fascinante en el marco de una época igualmente atractiva; la de las dos Españas en constante pugna para "salvarnos".