-champiñones Portobello, de París o setas variadas,
-queso emmental rallado,
-queso mozzarella rallado,
-sal,
-aceite de oliva virgen extra,
-tomillo,
-orégano.
Elaboración:
-La cantidad de ingredientes irá a razón de la cantidad de pizzas que quieras hacer y también de lo cargadas que te gusten, si haces la masa más gruesa convendrá poner más ingredientes para equilibrar los sabores.
-Para empezar hay que preparar la masa de pizza, como os hemos comentado en otras ocasiones, lo ideal es prepararla unas cuatro horas antes (como mínimo) y dejarla fermentar. En los enlaces a la elaboración de las masas de pizza que os indicamos, encontraréis cómo hacerla (para ello visitar la página original pulsando sobre el enlace de arriba)
-Según las setas que se utilicen, se deben cocinar antes, aunque unos champiñones si se laminan finos no será necesario. Si se quieren cocinar previamente, se pueden hacer en una sartén con un poco de aceite de oliva, una pizca de sal y tomillo, si lo deseas. Rehógalas hasta que hayan soltado su agua y ésta se haya evaporado.
-Extiende la masa de pizza en la superficie de trabajo ligeramente enharinada, vierte en el centro de la masa dos o tres cucharadas de salsa de tomate frito (si es casero estará más rico) y ve extendiéndolo con la base de una cuchara hacia fuera haciendo círculos. Corta el jamón a cuadraditos no muy pequeños y cubre la masa, a continuación reparte las setas y finalmente cubre con el queso emmental rallado y con la mozzarella.
-Introduce la pizza en el horno precalentado a 220º C con calor arriba y abajo, baja la temperatura a 200º C y hornea hasta que la masa esté crujiente y el queso fundido y dorado. Retira la pizza funghi del horno y espolvorea orégano seco al gusto.