1 Elegimos cuatro tomates raff generosos y no escatimemos en la calidad porque si algo bueno aporta esta ensalada de tomates con orégano es la deliciosa combinación de unas materias primas excepcionales.
2 Lavamos los tomates y los pelamos. Troceamos las cuatro piezas en gajos medianitos y los vamos colocando en una ensaladera, permitiendo que el caldito que van soltando los tomates al ser manipulados vaya al fondo del cuenco.
3 Ahora pelamos y picamos en pedacitos muy chiquititos un diente de ajo y también lo esparcimos por encima de los tomates que hemos picado.
4 Ahora llega el momento del aderezo de la ensalada de tomates con orégano y aquí vuelvo a insistir en que también los aliños sean extraordinarios.
5 Rociamos los tomates con un pellizco de sal, echamos un pelín de vinagre, un chorreón de buen aceite de oliva virgen extra y espolvoreamos con pimienta a voluntad y un pellizquito de orégano.
6 Removemos bien y dejamos reposar unos minutos, para que el tomate vaya tomando el gusto de los ingredientes… y a la mesa.