Ponemos la leche a calentar en un cazo. Cuando hierva, la retiramos del fuego y ponemos dentro el salmón fresco, limpio de piel y espinas.
En una cacerola derretimos la mantequilla y pochamos las dos cebolletas picadas muy finas. Cuando esté transparente, añadimos la nata y dejamos hervir durante 1 minuto.
Escurrimos el salmón de la leche, lo troceamos y lo añadimos a la cacerola. Sazonamos al gusto y dejamos cocer hasta conseguir una textura de cremosa. Retiramos del fuego.
Dejamos atemperar y pasamos por la batidora junto con el salmón ahumado. Vertemos sobre un molde y lo dejamos en la nevera un mínimo de 2 horas, hasta que solidifique.