En una cazuela, pon los frutos del bosque con el azúcar y el zumo de limón. Déjalos macerar unas horas (Si están congelados, deben dejarse unas 6 horas).
Pasado este tiempo, pon la cazuela a fuego lento y remueve de vez en cuando. Deja cocer unos 35-40 minutos, hasta obtener una textura de mermelada.
Si quieres una textura más fina, puedes triturar la mermelada con la batidora o el pasapurés.
Pon la mermelada caliente en tarros de cristal previamente esterilizados y ciérralos bien.
Para hacer el vacío, introduce los tarros de mermelada en una cazuela con agua hirviendo durante 30 minutos. Otra opción es darles la vuelta y mantenerlos así unas 24 horas. De este modo, la mermelada se conservará perfectamente durante unos meses.