Bajo las ruedas
- Myosotis Rowan
- 10 feb 2018
- 2 Min. de lectura

Se ha dicho que Shakespeare fue el maestro en el conocimiento del alma humana. Quizás lo fuera de su tiempo y de su país... pero nació, siglos después, en Alemania, otro escritor que no le fue a la zaga y que, a mi parecer, lo superó en ese aspecto: Hermann Hesse. Y creo que todo el mundo que conozca la obra de Hesse estará de acuerdo en esta afirmación.
Cuanto más lo leo, más me fascina y cada vez que me encuentro con él, no sólo es un alivio psicológico, una descarga emocional, sino que consigue que comprenda ciertas facetas de mi personalidad, de mi pasado que no comprendía y que han estado en las sombras.
Hay cosas que no puedo entender y una de ellas es cómo a este hombre no se le hacen homenajes más grandes, como sus lecturas no se recomiendan más allá de Alemania. Pero no sólo las más conocidas, sino las que son casi desconocidas y creo que, quizás, ni siquiera traducidas a otros idiomas. Porque lo cierto es, que consigue algo que creo que pocos han conseguido y es, precisamente, que sus escritos trasciendan más allá del tiempo, más allá del papel y la tinta. Leer a Hesse es como ir a terapia psicológica. Es raro que no descorra velos, aún más allá de la muerte, de etapas oscuras de la vida del lector que habían quedado en el subconsciente. Leer a Hesse es liberarse y perdonarse a uno mismo lo que pudo haberse considerado errores del pasado. "Bajo las ruedas" no es una excepción, aunque quizás sea políticamente incorrecto a nivel educacional y, me extraña, que esta obra precisamente, no se haya encontrado jamás en la lista de libros prohibidos o non gratos. O quizás sea por eso mismo por lo que no se menciona mucho a Hesse más allá de "El lobo estepario" o "Samarcanda". "Bajo las ruedas" es una crítica a las titulitis de hoy en día, al intento desesperado por encasillarnos a todos, porque no nos salgamos del rebaño, porque no nos distingamos. Una crítica ante un mundo que quiere corderos bajo la falsa ilusión de una vida monótona, fácil y sin complicaciones en la que muchos caemos. Una vida gris marcada por aquéllos envidiosos que no han sido capaces de marcar su camino y seguirlo, sea cual fuere éste. Una ilusión plomiza para seguir manteniendo con ella a los "privilegiados", ya sea en cuestión económica o en otra falsa ilusión de superioridad y mando.
Leer a Hesse debería, no ser obligatorio, pues nada no dañino debería serlo, sino ser recomendado como lecturas sanadoras de la mente y el espíritu.
Sinopsis:
Un maestro prefiere tener en su clase cien asnos notorios que un genio y, muy probablemente tenga razón, pues su tarea no es educar espíritus extravagantes, sino fabricar buenos latinistas, contables y hombres honestos. Pero quien trate de descifrar quién sufre más, si el profesor o el niño, quién de los dos es el tirano y quién el atormentado y cuál de los dos ha desperdiciado su vida, no podrá conseguirlo sin saborear la amargura.