Fuente Ovejuna

El gran Lope de Vega nos trae una obra teatral que es un ejemplo para los ciudadanos hoy en día, para todos nosotros. Si tan sólo se leyera más a los clásicos, veríamos que lo que ocurrió una vez, puede volver a repetirse tan sólo con la unidad del pueblo y sin tener que llegar la sangre al río. Leyendo muchas veces a los antiguos, a los inmortales, uno no puede más que sentir pena por aquéllos que no los leen. Porque no hay nada nuevo. Las generaciones de hoy en día, sienten el ideal en películas como V de Vendetta, sin darse cuenta que ya eso ocurrió una vez, en Fuente Ovejuna. No en París, ni en un país más allá del nuestro, sino aquí mismo, donde, a pesar de las torturas, todo un pueblo luchó por la justicia y no pudieron ser condenados por esa unidad. Para mí Fuente Ovejuna siempre ha sido el ideal del cuidarse unos a otros, algo que nuestra sociedad hoy en día, consumista donde las haya, despojada de sentimientos, gris en muchos casos, no permite siquiera pensar en eso, en cuidarnos.

Sin necesidad de que llegue la sangre al río, esta obra y la historia que cuenta (hecho real) se asemeja mucho a lo que en su día hizo Islandia, encarcelando a aquéllos indignos que ocupaban grandes puestos, sin derramamientos de sangre. Pero el problema siempre es el mismo: el adormecimiento al que nos enfrentamos, más fuerte, parece ser, que nuestras voluntades. Ojalá escucháramos más a los que pasaron y dejaron testimonios como Fuente Ovejuna.

Sinopsis:

Fuente Ovejuna sigue siendo, tras más de tres siglos de existencia, una de las obras más conocidas de Lope de Vega. La lucha del pueblo llano frente a al tiranía que ejerce el poder y la labor moderadora y ecuánime de la monarquía han hecho de esta obra una comedia de permanente actualidad. En ella, por otra parte, podrá estudiar el lector las más importantes renovaciones dramáticas que han hecho de Lope de Vega el creador del teatro nacional.